CAPITULO 4: ROCKAWAY ROCKAWAY

 

A Dire Straits les estaban pasando muchas cosas –las canciones, los músicos y una actitud que les hizo mirar a sus carreras como algo a largo plazo y no como un hecho y pagado. Pero a veces, esto no era suficiente; hay muchos artistas con talento que han nadado contra la marea comercial y se han hundido. Un poco de suerte también viene bien.
La buena suerte de los Dire Straits fue que mientras que ellos empezaron a nadar en la dirección errónea, la marea cambió, y se encontraron con que no eran los únicos en el mar. El rock punk no creo muchos seguidores. De cada 92 relámpagos del estilo “odio a todo el mundo”, emergía uno que era diferente. Elvis Costello tenía canciones con pasión e inteligencia. Graham Parker re introdujo lo que es el R´n´B; Maddnes and the 2-Tone devolvió el beat de los sesenta. Todo el mundo estaba agrupado de forma débil, y Dire Straits se sujetaban bajo el mismo paraguas. Ellos tocaron en el Roundhouse de Londres, por ejemplo a principios de 1978junto a los frenéticos Slaughter y The Dogs, y el cool e intelectual rock de Talking Heads.
Su primera canción que apareció en un disco fue “Eastbound Train” una grabación en directo hecho en el festival de Front Row en el pub de Hope & Anchor en Noviembre de 1977. En la recopilación de este festival Front Row, quedaron en medio de una gran variedad de estilos, desde el más puro punk hasta el rockabilly, reggae, rock.. la única calificación para la nueva ola era que fueses nuevo y que tuvieses una determinada fuerza en directo que evitase comparaciones con las odiadas super estrellas del rock.
Con suerte, las buenas canciones no iban a parar a la lista negra, y era significante que de los 17 artistas del album de Front Row, los únicos que hicieron una marca permanente fueron los Straits, XTC y The Stranglers –todos con material fuerte e individual.
Ed subraya este punto: “Hay un millón de guitarristas que pueden ponerse de cabeza en hielo seco, haciendo malabares mientras que tocan increíbles licks. Pero sólo puedes hacer esto durante un periodo determinado de tiempo. Lo que perdura son las canciones ya sean de Cole Porter, Barry Manilow o quien sea. Espero que mucho tiempo después de que Dire Straits haya dejado de dar conciertos, las canciones sigan perdurando, y que hayan dejado marca”.
Eso ya estaba pasando. En Marzo, los Straits se fueron a una residencia en Londres en un prestigioso club de marca. Todos estos conciertos fueron venta absoluta. El plan era que para el nuevo album que saldría en Mayo, fueran teloneros para la gira británica de Climax Blues Band. Pero en Abril, se llamó a la banda a las oficinas de Phonogram y se les dijo de regrabar “Sultans of Swing” como single. El director sentía que la versión del album no era suficientemente cañera ni excitante.
Ed dice: “Nunca pensé en ellos como una banda que hiciese singles; singles para mi siempre han sido el hielo de la tarta. Es sólo cuando te metes en las compañías discográficas y en sus departamentos de marketing, cuando empiezas a oir sobre “Ese es el single!!”.
Phonogram tenía la idea que un single ayudaría a darle al album un empujón, así que la banda, sin estar muy convencida del todo, volvió a los estudios Pathway para producir otra versión del “Sultans” con Chass como ingeniero. El single tenía que salir en Mayo, con lo que el album fue pospuesto hasta el 8 de Junio.
Mientras tanto, habían problemas con el disco, o mejor dicho, con su embalaje. Ed dice: habían discusiones interminables sobre la portada. “El problema con Dire Straits era su actitud de cara al arte en comas invertidas, que podía ser una fotografía de ellos, videos, cualquier cosa con lo que fueran visualmente presentados. No hay consenso sobre lo que constituye arte bueno. No saben lo que es hasta que no se les presenta y lo ven. En aquel punto el departamento de arte de Phonogram estaba encargado de la carátula y no dejaban de discutir.
“Finalmente el grupo tuvo que ceder. La sesión de fotos que venían en la parte de atrás del disco -y de todas las fotos tomadas de ellos, estas son probablemente las que más circularon –se hicieron en unas condiciones de tremendo frío en un almacén en el sur de Londres una tarde. Nadie quería estar allí, ni les importaba que se hiciesen esas fotos, con lo que conseguimos cuatro fotos bastante malas”.
También nacido en aquel tiempo fue la pequeña guitarra roja, el bebé del artista Chuck Loyola, que llegó a ser el logo de la banda y que desde entonces se utiliza.
“Sultans” pegaba con “Eastbound train”; fue editado en Mayo y llegó al Top 40 pero pronto salió mientras que la banda estaba en una especie de gira con poco éxito por el Reino Unido con Climax Blues Band. A esto se sucedió inmediatamente una gira europea con los roqueros americanos Styx, que se volvió un pequeño desastre.
John explica: “no podían relacionar el hecho de que ellos eran gigantes en América pero no significaban nada para el resto. Sólo hicimos tres conciertos –Paris, the Hague, Hamburgo –antes de que cortasen el tour y se volviesen a casa. Styx eran inaccesibles como personas. Ni siquiera te decían hola en el lobby del hotel. Era patético. Creo que tenían mucha tensión en el grupo además de ellos mismos. Estaba muy enfadado por haber topado con todo este tipo de gente. Fue una gira muy deprimente. Estábamos contentos de volver a casa”.
A su regreso, el album ya se había editado y recibieron un montón de buenas y entusiastas críticas, pero comercialmente no empezó a arder el mundo inmediatamente, empezando en el número 37 en las listas. La banda salió de gira por primera vez tocando en clubs y colleges.
Ed dice: “Yo fui a la primera parte del tour. Empezó en Lafayette en Wolverhampton, y luego en dirección sur. Puedo recordar un día que un miembro del equipo se puso enfermo y vomitó en la papelera y Mark y Pick recogieron todo y lo limpiaron. En otro concierto la banda estuvo conduciendo una y otra vez por el lugar intentando encontrar el local antes de darse cuenta que esa tienda de fish and chips era el local y que tenían que entrar en el local a través de las rejas. Pero fue una gira con éxito”.
A mitad del tour, Ed tuvo que irse a América para conseguir un contrato. Aunque el contrato con Phonogram era en todo el mundo, estaba estipulado que la banda no podía tener licencia con ninguna compañía americana controlada por Polygram (hermana americana de Phonogram) excepto RSO, básicamente porque fue pensado en los tiempos en que el brazo americano estaba confuso.
Aunque nadie podía haberlo previsto, esta estipulación había tenido un efecto directo en la fortuna de Dire Straits en los Estados Unidos e indirectamente en la banda.
RSO, por aquel entonces la marca más potente en USA con el Saturday night fever de los Bee Gees, fue ofertado a los Straits a su debido tiempo, pero no contestaron.
Robert Allan se llevó el album a Columbia (CBS) en Nueva York, que estaban interesados pero no lo sacarían hasta Navidades.
Ed y Robert pararon en Los Angeles y empezaron a dejar presentar el disco por ahí. Las prioridades eran encontrar una firma con la imagen correcta -“No pegábamos con Journey y Santana en CBS; o con Hall and Oates con RCA –y otro que quería editar el disco bastante pronto. El peligro era que dos mercados de los grandes estarían fuera del paso con la otra.
Dos compañías estaban realmente interesadas en firmar: Mercury , la marca americana hermana de Phonogram, quien realmente estaba contractualmente excluida de firmar con ellos, y Warner Brothers.
Ed dice: Mercury me perseguía en Los Angeles, y una persona intentó sobornarme con una considerable cantidad de dinero para conseguir que la banda cambiase de opinión sobre la claúsula. No tengo ni idea si esa persona estaba autorizada, pero me ofreció una cantidad de seis cifras. Me llevó a una sauna en un estudio donde se estaba grabando City Boy y me ofreció el soborno. Yo era demasiado inocente, y no pensé que estuviera hablando en serio hasta unos cuantos minutos después de la conversación. Tenía un aliento horrible y mi impresión general fue: Dios, este chico apesta. Ojalá hubiese dicho que si al soborno y se hubiese largado ya.
“Incidentalmente, después me ofrecieron medio millón de libras al contado en cualquier sitio del mundo por el contrato como manager de Dire Straits, lo cual rechacé. No es asignable de todos modos. Y la persona que lo hizo no se daba cuenta de por que estaba haciendo aquello. No era por el dinero”.
Ed y Robert tuvieron una recepción más convencional en la Warners, y gracias al entusiasmo de Roberta Peterson y Karen Burgh habían sido contratados eventualmente.
Ed afirma: “Realmente hubiesen dado una pierna por nosotros. Y así pasó, Warners era la compañía con la que queriamos estar en realidad, por la sencilla razón que ellos tenían a Randy Newman, Van Morrison, Bonnie Raitt y demás. Mirando las etiquetas, este era el lugar donde pegábamos”.
Ed voló de vuelta a Inglaterra, para encontrarse con que cosas raras estaban pasando en Europa. El album y el single gotearon durante Julio en Holanda y Bélgica, y en Alemania, sólo el album había sido editado. Entonces Ed empezó a recibir telex de Ámsterdam: “El album ha hecho 3.000 … 6.000”. Entonces Bruselas: “ha hecho 1.500… 1.700”. Nadie le prestó mucha atención.
John: “Entonces recibimos una llamada de Holanda diciendo que “Sultans” estaba saliendo mucho en la radio y el album se estaba vendiendo. Eventualmente vendió 50.000 copias allí, un disco de oro. Y Phonogram había dicho que si su primer album vendía 5.000 copias en todo el mundo, ya se podían dar por felices.
“Todos pensamos, Jesús, esto es fantástico. Con lo que nos montamos en un avión y nos fuimos allí para hacer una presentación y un programa de televisión llamado Pink Pop. Había una gran limusina negra en el aeropuerto y pensamos, esto es. Lo hemos hecho. Fuimos a los estudios de televisión lo cual fue muy excitante, con cámaras por todos los sitios, los flashes. Tocamos “Sultans” y volvimos a ese gigantesco hotel en Ámsterdam. Realmente estábamos flipados, increíblemente flipados y muy excitados.
“Por supuesto, de lo que no nos dimos cuenta fue de que nos estábamos dejando llevar a unos tiempos muy duros. Nos separaron y nos llevaron de un periodista al siguiente durante 10 ó 12 horas. No había comida, y cada minibar de cada habitación estaba vacío; cada vez estábamos más y más hartos. Teníamos la sensación de que estábamos siendo golpeados por esos periodistas y dejamos que pasara.
“A la una de la mañana se sugirió que la banda debería comer algo. Fuimos abajo, a este club en el hotel, y Ed flipó. Todo el mundo estaba bastante borracho. Fue terrible, pero al mismo tiempo fue excitante. Al día siguiente había sesión de fotos y todas esas cosas.
“El viaje nos enseñó que no íbamos a ser inundados con millones de entrevistas otra vez. Pero aprendes todo el tiempo. Nunca pasó otra vez –hasta que nos fuimos a Italia, por supuesto, y simplemente, no se puede controlar a los italianos.
“Siempre tuvimos la filosofía de que hablaremos con todo el mundo, no importa quien sea, dándole la cantidad de tiempo que tengamos y teniendo algo que decir. Hay ocasiones en la que no tenemos mucho de lo que queramos hablar. Me di cuenta que todo el mundo quería hablar con el hombre principal, Mark, pero esto nunca me preocupó. Es bastante natural –todo el mundo quiere hablar con Mike Jagger y Keith Richards de los Stones”.

Incluso aunque el primer album empezaba a coger fuerza, los pensamientos ahora se basaban en el siguiente. La pregunta volvió a surgir otra vez: quién lo produciría? Y entonces Jerry Wexler, una legendaria figura desde los cincuenta gracias a su trabajo grabando artistas de R´n´B y sus conexiones con Atlantic Records, nos ofreció sus servicios después de escuchar los zumbidos que venían de la Warner.
Ed dice: “Recuerdo decirle a Mark: “Qué tal Jerry Wexler? Y Mark dijo: “Quién es Jerry Wexler?” con lo que le dije: “Ben E. King, The Drifters, Aretha Franklin, Solomon Burke, Ray Charles…” y me dijo: “Bien, parece una buena idea”.
Ed y Mark volaron para cementar el contrato y finalizar los planes en Muscle Shoals, Alabama, el hogar de un estudio de grabaciones para artistas de soul y R´n´B y cualquier persona que quería sonar como ellos, y un acompañamiento de eminentes músicos de sesión.
Ed continua: “Jerry nos recogió en la puerta de nuestro hotel en un camión de recogida. Nos hizo sentir bienvenidos y nos llevó a ver proyecto de la presaTennessee Valley Authority, y nos contó sobre la tierra y su historia. Éramos como dos chiquillos en las rodillas de Ernest Hemingway, al que Jerry se parecía.
“Bajamos del camión y nos sentamos allí, con todos estos músicos Muscle Shoals. Tuvimos nuestro jamón salado, que nos hizo sentirnos mal, y nuestra gravilla que también nos sentó mal y salimos del estudio. Ya era mediodía para entonces y el reparto para el disco de Mavis Staples se estaba haciendo.
“Resultó ser que ya habían hecho casi todas las canciones y Mavis volaba aquel día de un concierto de Chicago con Pops (su padre y el líder de los Staples Singers). Ella iba a hacer las voces en tres días y volvería a la carretera. Mark y yo estábamos encantados de cómo se hacían las cosas. Cuando Mavis llegó, Jerry le dijo como cantar las canciones, de forma que volvimos a quedarnos pasmados. Estaban cambiando las letras de una canción de los Doobie Brothers y cortando cosas. Barry Beckett estaba allí, dirigiendo a los músicos, y nosotros estábamos mirando desde la sala de control.
“Finalmente, Barry le dijo a Mark: “Te gustaría tocar?” Con lo que Mark muy nervioso cogió la guitarra de Jimmy Jonson y tocó la canción de “Lies” de J.J. Cale que la conocía”.
Mark dice: “Sonaba realmente bien, también. Recuerdo a Pop Staples. Yo estaba sentado en el estudio, tocando, y Pop vino y me miró. Yo pensé, qué estoy haciendo? Me giré hacia Barry que me dijo: Piensa que eres genial. Acaba de flipar. Lo acabas de dejar hecho polvo”. Y Pop me dijo: “Eres jodidamente bueno, hijo”. Yo estaba un poco abrumado con todo esto. Quiero decir, no sabía muy bien ni lo que era una lista o cosas así. Simplemente me quedé callado todo el tiempo”.
Se arregló con Jerry y Barry que el segundo disco de Dire Straits se grabaría en los estudios Compass Point, en Nassau, en las Bahamas. Los productores no querían viajar muy lejos de los Estados Unidos, mientras que la banda ahora prefería grabar fuera del Reino Unido por razones de tasas.
Los negocios ya estaban hechos y Mark y Ed se fueron a California, para conocer la gente de la Warners en Burbak, que estaban en ese momento en medio de la discomanía y más ansiosos de seguir con los discos de Bootsy Collins que dedicar tiempo a una nueva banda inglesa. Ed reconoce: “Era una actitud de mierda para los fans. El album estaba a punto de salir de la máquina. Mark y yo hicimos nuestra parte, la cual fue básicamente un ejercicio de PR. Pero esto es lo que haces con las discográficas: las quieres a muerte y entonces se motivan”.
Pero la acción, hablando de ventas, estaba ocurriendo en Europa, y en Octubre, los Straits fueron a Bélgica, Holanda y Alemania. Era obvio que la banda estaba siendo buenas noticias. Originalmente se planeó como una gira por clubs, pero se tuvo que hacer en salas debido a la gran demanda de entradas. Un promotor belga fue un paso hacia adelante y cambió el concierto de un club a una sala y a una tienda en el campo, y los Straits tocaron ante 2.500 personas en una ciudad donde originalmente se esperaban 300. No quedaron entradas en toda la gira y para cuando llegaron a Hamburgo y Berlín, ya planeaban salas con capacidad para 2.000 personas.
Siguió un tour por universidades británicas con un par de salas en ciudad, y la banda debutó con el nuevo material que tenía que aparecer en Communiqué. Se vendió todo a pesar de que el disco “Dire Straits” y el “Sultans” habían desaparecido hacía 5 meses. Mientras tanto el resto del mundo estaba viendo el mensaje: •”Inicialmente reacción de las radios que se propagó”. Australia y Nueva Zelanda cogió el album, e hicieron número uno en los dos países para las Navidades.
A finales de Noviembre, la banda se fue a Nassau y entró de lleno en un mundo diferente. Los alrededores eran extra lujosos, estuvieron en Capricornio, una mansión perteneciente a un millonario loco del arte, con piscina, pórticos griegos, estatuas de maniquís negros y madera china. Por las noches, se sentaban en un comedor de mármol bajo una lámpara de cristal, tomando unas comidas gigantes supervisadas personalmente por Jerry.
Ed dice: Wexler estaba sentado al final de la mesa, igual que Hemingway, entreteniéndonos con anécdotas. Todos estábamos sentados alrededor, pequeños niños de ojos azules; era muy raro. Entonces nos íbamos y nos tomábamos un café y un brandy en la sala, escuchábamos las cintas del día y luego escuchábamos discos de Django Reinhardt, o Blind Pegleg Loser, o cualquier otra cosa. O bien pasábamos la tarde bebiendo zumo de lima con Robert Palmer y su mujer que vivían allí. Cogíamos prestados los amplificadores de Robert porque los del estudio no valían para nada.”
El horario de trabajo estaba bastante bien regimentado. Empezando temprano por la tarde, trabajaban durante toda la noche. Todas las canciones de Communiqué, la cual había sido escrita una tarde en Compass Point mientras que el ingeniero Jack Nuber estaba enfermo, habían sido grabadas en una demo en Londres. Esto fue tan impresionante para Jerry que incluso bromeó: “vosotros ya habéis hecho el album. Ahora sólo hay que volverlo hacer”.
Cualquier pequeña duda que Mark hubiese tenido sobre trabajar con Jerry habían quedado resueltas: “Pensaba que había una posibilidad –esto fue antes de que mandásemos las demos a Jerry –de que se nos podía presionar a hacer un uso excesivo de otros instrumentos, aunque en el fondo no me sentía mal al respecto. Pensaba que no importaba porque sé que no puede ser un mal disco –para nada. De hecho, lo que pasó fue que él fue el primero en decir que no se debía añadir nada más. Toda la charla sobre utilizar los pitidos de Memphis fue innecesaria”.
La forma en que el equipo de producción trabajaba fue rápidamente obvia. Barry Becket, un teclado y productor excelente cuya carrera en Muscle Shoals se volvió al soul clasico de James y Bobby Purify de “I´m your puppet”, se encargó de los finales musicales, mientras que Jerry era más como un organizador.
Mark explica: “es una cosa de feeling, conocimiento de los tiempos de entrada, elegir una toma. Jerry también está allí para marcar un sentimiento de seguridad que cuando no estaba, se notaba su espacio. Y la otra cosa importante, es que Jerry se encargaba de las voces”.
Wexler, con una impresionante carrera de éxitos tras él, era obviamente un productor de la vieja escuela, como Ed notó. “Estaba hablando un día con la banda en la mesa durante la cena, sobre dinero, y él dijo enfrente de ellos: “Nunca deberías discutir de negocios con el artista”. Esa es la diferencia entre su era y mi era –la banda y yo no tenemos secretos. No me encargo de su dinero; no quiero encargarme de su dinero. Ellos saben todo el tiempo lo que está pasando.
La actitud de Jerry era, como cuando estaba grabando con Mavis Staples. El artista era como una herramienta para él, igual que el guitarrista o el operador de la demo. Mavis Staples no tenía nada que decir en la elección de canciones, o en cómo las estaba cantando –pero salía al mercado como un disco de Mavis Staples. Con ella y los Straits, Jerry era como la figura patriarcal sentado en la sala de control. Recuerdo que incluso se quedó dormido un día”.
Por su parte, Jerry se tomó mucho con Dire Straits. “Tienen esa característica del sur. Es como un poro, respirando donde no encajas. Hacer música es siempre un intercambio entre cuanto tienes y cuanto puedes dejar a la imaginación, y la respuesta para ello es tu propio gusto.
“Es imposible para mi poder categorizar la banda. No hay ningún análogo. Casi siempre puedes poner a alguien en una caja y decir “Son así o así”. Esta banda no es como ninguna de las que conozco. Con lo que el siguiente paso en el silogismo es: no tontees con eso, no lo estropees y ni siquiera pienses que pueda ser una opción porque Mark no lo permitiría.
“Mark no toca esa especie de chillidos sin cabeza con la guitarra que ha sido tan popular, lo cual depende también del sonido. Sino que improvisa melódicamente, lo cual es para mi la marca de un gran músico, lo contrario de simplemente improvisar en la estructura de acordes y estando harmónicamente orientado. Puede hacer esto y todavía tener esa relación con la canción. “El fantasma de la canción siempre está ahí. Eso es, en mi opinión, buena improvisación.
“Dire Straits representa un aspecto muy contemporáneo de la sociedad británica. Son jóvenes y bastante bien educados en comparación, con un gran sentido de si mismo y donde quedan sus más grandes intereses. Estos son elementos de un determinado conocimiento, de quizás una clase baja media de trabajadores pero con el beneficio de una educación en el collage, y es muy bueno”.
El album –el título Communiqué fue elegido debido a una fuerte presión de Jerry en “News” –refleja muy claramente las circunstancias en las que la canción fue hecha. No es un album de ciudad, pero suave y lánguido, con gracia bajo un sol caliente. También tiene ecos del album debut.
Ed tiene su teoría. “Creo que Jerry, y hasta una determinada extensión, Barry, estaba intentando copiar el sonido del primer disco, pero quería endulzar el sonido un poquito para la radio americana. Con lo que venía al estudio y preguntaba a Mark que ampli utilizó en “In the Gallery”, o que guitarra podría conseguir ese mismo sonido, que tambor utilizó Pick, entonces, al día siguiente imitarían los sonidos del primer LP, pero era como si lo pusiesen en una máquina y esta lo hiciese todo más suave”.
Communiqué es el album de Dire Straits más controvertido. Polariza las críticas y todavía hay muchos que dicen que se parece al primer LP y otros muchos que dicen que es más suave. Por supuesto que hay similitudes con Dire Straits: es la misma banda, con los teclados añadidos por Barry Beckett (que aparece en los créditos como B. Bear), y el mismo escritor. Pero en estructura y en el estilo de escribir es un album muy diferente.
No todas las canciones aquí van sobre Mark Knopfler –en el primer album, todas las canciones menos el “Sultans” mencionan yo, o a mi, -y los temas son más abstractos. Esto es especialmente cierto en “Once upon a time in the West” que abre el LP con una guitarra parecida a la de “Down to the Waterline” pero entonces rompe en un beat que parece que recorre toda la primera cara del disco uniendo todas las canciones.
“News” es muy a menudo interpretada como memorias de los tiempos de periodismo de Mark; pero en realidad, fue inspirada por una noticia sobre un motorista que murió en un accidente de tráfico. “Communiqué” es la canción del periodista, adornada con términos periodísticos y expresiones: “no comment”, “incomunicado”, “rumours are flying”, “speculation (is) rife”, “serious piece”. Pero también tiene que ver con las reacciones de Mark a la hora de ser entrevistado, una noticia caliente, visto a través de una distancia “él prefiere…” “Quizás podría hablar sobre los trucos del intercambio/ quizás podría hablarnos de él mismo/ quizás podría hablarnos sobre el dinero que ha hecho /quizás nos podría decir algo más”.
Con el primer LP, las historias en las canciones estaban más definidas y curadas, viñetas de la experiencia; ahora ya está todo menos claro. En “Where do you think you are going?” se aprecia esa confusión: la chica se va o finalmente se queda?
La cara B está más relacionado con el disco Dire Straits: cinco canciones distinguidas, separadas en parcelas. La “Lady Writer” es la autora Marina Warner, cuya apariencia en un programa de televisión nos lleva a las memorias tristes de un amor que se nos fue (posiblemente la mujer de Mark) y hay puro veneno ahí: “Recuerda que tu nunca leíste un libro”, y “Tu hablabas conmigo cuando te apetecía”. La melodía es muy parecida al “Sultans” lo cual puede explicar porqué no funcionó como single.
“Portobello Belle” nos recuerda a “Wild West End” y a “Lions”. Esta vez el viaje es alrededor de Portobello Road. “Single-Handed-Sailor” fue escrita sobre el estudio de ensayos de la banda en Greenwich –“en una noche en el que el viento perezoso gime alrededor del Cutty Sark” –y la atmosférica “Follow me Home” que hace referencia a un incidente de Mark en el pasado.
“Angel of Mercy” es una rareza genuina: una historia de amor feliz. No hay problemas, no hay miedos, no hay altibajos, simplemente una relación divertida.
Ian Birch de “Melody Maker” entrevistó a Mark en Compass Point y este hablaba de los cambios que estaba haciendo a la hora de escribir las canciones. “Me siento más separado de las canciones ahora, lo cual no desvirtúa la canción. Es simplemente una canción de rock. No creo que tenga que responder por ella –no intento negar mi responsabilidad por las canciones, pero hay un montón de buenas pinceladas que hacen que la canción tenga vida propia, en términos de su cohesión y que todavía deja opción a diferentes finales o lo que quiera que surja.
“Creo que esto se aplica a mucha gente que compone y toca. Hay un sentido en el que las canciones son como otra gente. No te pueden pertenecer, o decir que “esto” es lo que quiere decir, porque entonces serías un mentiroso. Es contradictorio, lo sé, porque todo sale de ti mismo. Pero cuando alguien hace un retrato, por ejemplo, yo estaría muy sorprendido si el nivel en el que sale ese retrato, refleja lo que en realidad se intentaba expresar fotográficamente.
“Es un bonito descubrimiento, en realidad. No sé si tu te has encontrado alguna vez con que una cosa puede empezar a tomar forma espontáneamente bien por los dictados de la fórmula que has decidido utilizar, o simplemente por la multiplicidad transparente de su contenido o yo que se por qué. Lo que quiero decir es que nunca tienes algo completamente trazado. Dado que , pienso que lo que necesitas es un sentimiento para el formato, pero lo que realmente quiero es evitar toda esa atención a Mark, el hombre, que es sólo un hombre. Realmente no quiero nada de esa mierda.
“Algunas veces, cuando escucho esas canciones, pienso que no tienen que ver nada conmigo como hombre. Por ejemplo, “Follow me home” es muy importante en muchos sentidos. Si, estaba en una isla y si, había una chica –pero eso no es diferente de cualquier otro turista durmiendo en una playa, subiendo a unas ruinas y viendo el mar, comiendo carne y bebiendo vino. Pero la idea va más allá de eso, desembocando en una canción que en realidad no tiene nada que ver con el chico. Me gusta estar divorciado, en ese sentido, de la canción”.
De cualquier modo, los hechos iban a cambiar eso.