CAPITULO 7: CIUDAD DE LA NOCHE… CIUDAD DE LA LUZ

 

Los Ángeles es un lugar extraño, una ciudad con una imagen, un teatro con mucho para vivir pero poco para construir después. Hogar de las estrellas, hogar de las industrias de discos americanas, y ahora no hay hogares visibles, sólo casas, hoteles, fábricas, tiendas, oficinas, urbanizaciones. Nada es más antiguo de 20 años, y se alarga más lejos de lo que el ojo puede ver. Es una ciudad impersonal, por lo menos para el que lo ve de fuera, una ciudad sin corazón. Quítale los suburbios con los nombres de las películas, y no te quedará nada.
Aquí hay ciudades dentro de ciudades –Culver City, Temple City, Universal City –como si toda la masa que se ha ido extendiendo, haya sido puesta por un niño jugando con trocitos de Lego. Las distancias son geniales; las reglas del automóvil. Blancos Rolls Royces sacan brillo a los parachoques con un montón de trastos viejos oxidados de Detroit., modernos Caddies se imponen sobre los pequeños Minis. En un extraño cambio de roles, solo los pudientes se pueden permitir los modelos europeos; el ordinario Joe se queda con su monstruo cromado y el apetito por la, cada vez más cara, gasolina,
“Un parking gigante” –es el veredicto de John de Los Angeles.
Los Straits han alquilado coches para la primera parte del tour por los Estados Unidos, y conducen por la autovía de la Costa hasta Los Angeles, pasando por Malibu, complejo turístico de playa de los ultra ricos, para llegar así al legendario Sunset Boulevard.
Siguiendo por Bel-Air para ver la arquitectura de Disneyland construida para satisfacer las grandiosas fantasías y egos gigantes de generaciones de estrellas de cine, vuelven a Sunset por el final, pasando por zona de shows de striptease (“garantizado el desnudo total, si no le devolvemos su dinero. Noche de amateurs el domingo”), y clubs de noche (“Miss Pat Collins, la hipnotizadora”), todo lleno de gigantes anuncios que muestran la última película de las estrellas. Escondido arriba de todo esto esta el Roxy Club. Es Jueves, 28 de Octubre de 1980. La temperatura es de 82 grados Fahrenheit y esta noche y mañana Dire Straits tienen lleno completo.
Unas 200 yardas hacia delante, en una calle hacia abajo, está el Sunset Marquis, un bonito hotel, elegante y discreto preferido por las bandas que están de gira. Llegada al hotel, una comida, un descanso y al Roxy para las inevitables pruebas de sonido.
Hay problemas con las entradas. En un club con capacidad solo para 500 personas sentadas, la Warners ha cogido 150 asientos. El personal de la compañía de discos no está reconocido por ser el público más receptivo, y habrán muchas figuras de la industria esta noche. “Ellos no aplauden aquí” dice Mark. “Sólo hacen sonar sus cucharillas de plata”.
Ryan O´Neal y Farrah Fawcett quieren mesas separadas (a quien creen que están engañando?) mientras que fuera, dos fans dedicados están haciendo cola ya para entrar, junto a sacos de dormir y termos, para el show de la siguiente noche. Encantado de ver a por lo menos dos fans dedicados en la audiencia, Mark insiste en que se les haga ya una buena reserva de mesa para así evitarles dormir en el suelo.
En una ciudad donde las películas han elevado al gangster a la figura de super héroe, casi sería de esperar que Ed fuese perseguido por una figura misteriosa tratando de romperle los brazos si no paga 5.000 dólares, una deuda imaginaria que viene de un concierto de los Talking Heads hace años.
“No te preocupes, joder” dice un amigo americano dispuesto a ayudar que parece que haya salido de Hollywood. “Ya me encargo yo de él”. Cara de susto. Este chico lo dice en serio. “Le podrías pedir por favor que se aleje un poquito?” pregunta Paul. Sin problema.
Después de este drama, el show parece que será un anti climax y de hecho, el veredicto en los camerinos después del concierto no fue bueno. Ha habido un problema con el sonido que se cortó a mitad de una canción., eventualmente provocado por un fallo en la fuente de electricidad, lo que fue lo mismo para las luces y para el sonido, totalmente inadecuado. Un camión generador se alquila para el siguiente concierto para asegurar la electricidad.
Como si esto no fuese suficiente, el aire acondicionado del escenario sólo empezó a funcionar a mitad del concierto, congelando el sudor de los músicos. Esa es una forma rápida de pillar neumonía.
Todavía las sonrisas y risas tienen que ser moldeadas en las caras de los Straits mientras que se preparan para conocer a los grandes, una lluvia de estrellas (su noche es mañana), y toda la gente de la compañía de discos, que todos quieren dar la mano a los Straits y decirles lo bueno que es su disco.
Les dan una lección de veinte minutos sobre los problemas de lo tormentoso que es buscar trabajo en la mitad oeste. La banda sale por la puerta en dirección al hotel, mientras que les aplauden.

Miércoles. Se ha encontrado un agujero en su itinerario., y Ed lo llena. Con lo que toca levantarse temprano para ir a la estación de televisión KTLA donde tocarán dos canciones, “Sultans” y “Skateaway” (el single americano de Communiqué), para un programa llamado “Solid Gold”. Sólo tienen que hacer mímica pero el programa sigue y sigue. Se deja a la banda tirada durante un rato, mientras que el director ajusta sus ángulos con la cámara e intenta resolver unas cuantas dificultades técnicas, forzados a escuchar a un supuesto cómico que tenía que entretener a la audiencia.
“Si os preguntáis de donde viene ese humo” dice señalando a un lado del escenario, “viene de un par de enanos que están fumando marihuana”. Genial, pero completamente perdido en una audiencia cuya edad media parece ser de unos 65 años. El mayor problema en Los Angeles es encontrar suficientes personas para crear una audiencia. Hay demasiados programas de televisión que se graban cada día.
Casi no les queda tiempo de comer antes de tener que volver al Roxy para las pruebas de sonido; esta noche están precisando una versión de “Skateaway” que tendrán que tocar en directo en otro programa de televisión, “Fridays” en dos días.
Hora del concierto. Y esta noche va todo como un sueño. Viejas canciones y nuevas canciones mezcladas en un mar de música memorable. “Once upon a time in the West” tirante y tensa… “News” amenazante bajo la batería de Pick…. “Sultans” haciendo una celebración. Y hay una sorpresa, al escenario sube Roy Bittan, en Los Angeles con Burce Springsteen para los conciertos en la ciudad, para recrear la parte de los teclados de “Tunnel of Love” que tocó en las grabaciones. Punto más alto. Bises. “Wild West End” y “Where do you think you are going” ven como los Straits se bajan del escenario.
Justo antes de que empezase el set, Bob Dylan se coló discretamente y ahora está en el backstage, esperando que los Straits se sequen el sudor y abran las puertas a las estrellas, semi estrellas, ejecutivos de la compañía de discos, hombres para la promoción, y una chica que come la oreja a todo el mundo que conoce sobre una opera rock que acaba de escribir. Con seguridad, Bob disfrutó del concierto, las luces no fueron muy buenas y pronto ya está en una conversación profunda con Mark.
La fiesta va terminando, va yéndose la gente y se llega un íntimo restaurante y sitios selectos de la noche. Alguien ha escuchado que Robert Redford está en la ciudad, y, si, estaría bien volver a ver al viejo Bob otra vez. Tengo esta pequeña propiedad en la que quizás podría estar interesado…
Unos cuantos músicos se van moviendo a la habitación de Mark en el hotel. Dylan se sienta en un sillón y habla con Pick esta vez. Entonces desaparece en una de las habitaciones con el bajista Tim Drummond y una cantante de color. Paul Cummins es mandado a recoger dos guitarras acústicas Ovation.
“Bob va a cantar y tocar algo” anuncia Paul a una habitación poco impresionada. Ese suave y super cool pueblo de Los Angeles siguen sus conversaciones. Ocasionalmente, los curiosos se acercan a la habitación para ser confrontados con Bob sentado en la centro de la cama, su cantante sentada en los almohadones, Tim Drummond tocando la otra guitarra sentado en el suelo.
Las canciones son nuevas, no se han grabado nunca, dulces melodías y preciosas armonías, la claridad del cristal del gospel que sale de la voz de la chica resaltando sobre los tonos nasales familiares de Dylan. Una larga jam por los clásicos del blues, “Baby, what you want me to do”, consigue que Mark vaya a la habitación. Coge la acústica que tenía Tim, y Mark y Bob empiezan ese pequeño baile con sus guitarras, instrumentales que descubren una melodía como si fuese independiente de sus dedos en las cuerdas.
Ahora mismo, la pequeña habitación se está llenando cada vez más. Mark persuade a Bob de ir al salón. Sentado en el brazo de una silla, está de cara a Mark, y tocando canciones y más canciones, sin títulos, sin volantes, sólo guitarra y voz haciendo que se llene de magia musical toda la habitación. Una canción, “Woman at the Well”, con esas armonías vocales por Dylan y su acompañante, les lleva a tocar un instrumental blues con Mark a la cabeza.
“Esa es una buena canción, Bob” dice Mark, cuando deciden que llegue el final de la canción.
“Si, cuál es?”
“Pensaba que era una canción tuya”
“No, no es mía. Pensé que era tuya”
Estaba en el aire aquella noche.
Una canción de Bob de Gospel, “Ain´t no man righteous enough” acompañada por whoop de Pick y Mark le urge a Bob tocar más canciones favoritas suyas de sus tiempos de antaño.
“Estamos tocando muchas antiguas ahora” dice Bob. “si, vamos a ver, tocamos “Fever”. Mark hace los acordes pero Bob se deja llevar.
“Toca esa de “Guns across the prairie” dice Mark pero Bob no quiere ir al pasado.
“Aquí hay una canción que puede que te guste” dice, y empieza con una canción de broma “A couple more years” que hace que la audiencia ría nerviosa, casi sin atrever a mover un músculo en esa atmósfera tan intensa. La tensión se disipa con otra canción “She´s not for you”.
La siguiente canción dura solo medio verso antes de que Dylan olvide las letras.
“Estoy teniendo problema con mis letras esta noche, Mark”
“Siempre escribiste demasiadas Bob”
Las canciones son empezadas y nunca acabadas, se sacan de la memoria personal y pronto, son las 3 de la mañana. Tiempo para que los músicos descansen un poco, y para la audiencia de hacer el baile de regreso a casa.
El día siguiente John, Alan, Pick y Hal todavía están brillando, a duras penas creen que vieron a dos músicos maestros hacer música para ellos mismos en circunstancias que difícilmente se repetirán, un poco de historia ante sus ojos y oídos.
Sólo Ed se sigue manteniendo cool: “la cosa es que las estrellas sólo son gente como nosotros. Todos tienen que levantarse por las mañanas e ir al baño”. Pero él estaba impresionado. Todos nosotros lo estábamos.

Un par de días después, Dire Straits salió para Dallas, el siguiente paso de la gira que lo llevó por el sur y hasta la costa este, tocando en clubs hasta que llegaron a Nueva York, donde tocaron en teatros, hasta llegar al Massey Hall en Toronto, Canadá el 23 de Noviembre.
Mientras tanto, Making Movies se había restablecido crítica y comercialmente. Hasta hoy se han vendido 3.3 millones de copias en todo el mundo. Y de vuelta a Inglaterra, hubo otra sorpresa: el single “Romeo & Juliet” estaba despegando.
Ed dice: “La primera cosa que hicimos con Hal y Alan fue grabar esa canción para Multi-Coloured Swap Shop, el programa que la BBC hacía para los niños los sábados por las mañanas. Había bastante gente de la BBC que dijeron: “Oh, que canción más bonita. Si la sacáis, la pondremos”. Con lo que dijimos que lo haríamos, porque originalmente “Solid Rock” era la opción para un single. Pero no era en realidad representativa del disco en el que estaba.; Making Movies es esencialmente la primera cara del disco.
“Phonogram quería en realidad “Romeo & Juliet” más que la banda, que pensó que no la sacarían. Y en realidad, sobrepasó al “Sultans”. Fue muy importante en otro sentido también. Se “quitaron de encima” el “Sultans” y mostró que la banda tenía más variedad. Se había hecho un comentario, quizás no del todo injustificado, de que todo lo que siguió al “Sultans” sonaba como el “Sultans”. “Lady Writer” no era muy diferente”.
Las fechas británicas comenzaron en Diciembre, y la banda continuó por todo el mundo hasta Julio de 1981. Irlanda, Italia, España, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Francia, Suiza, Italia (una segunda vez), Bélgica y Luxemburgo; todos dieron a los Dire Straits una bienvenida gigante.
Hal todavía no ha bajado. “La gira británica fue en sitios más grandes que en América; hubo una gran producción, con las luces y empezaba a sentirme bien. Y para cuando llegamos a Irlanda, fue ya lo más y la audiencia fue increíblemente receptiva. Se podía sentir que la banda había subido de rango. Para cuando llegamos a Australia, la banda era ya increíble. En Nueva Zelanda hicimos un concierto al aire libre delante de 20.000 personas, que es para la mayor cantidad que he tocado en mi vida.
“Trabajo totalmente fuera de la audiencia, porque si es un concierto tranquilo, con una audiencia tranquila, tienes que intentarlo y crear algo que no está allí. In Suiza, donde pensé que la audiencia sería realmente reservada, se volvieron locos. Silbaban y gritaban como locos. Produjeron más decibelios que nosotros con todos nuestros amplificadores. Nos ensordecieron a nosotros en el escenario.
“Cuando miras al recinto y lo ves lleno de gente, digamos 12.000 personas, la única forma que tienen de aplaudir es poniendo sus manos sobre sus cabezas, así que ves todo ese mar de manos y los cuerpos balanceándose. Mucha atmósfera, mucha electricidad se genera, y yo simplemente me dejo llevar”.
Making Movies hizo su mayor impacto en Italia, donde vendió 600.000 copias (comparando, en América se vendieron 500.000 copias lo cual, no estuvo nada mal sin tener ningún single) y el single “Tunnel of Love” fue un éxito increíble. Cuando la banda estuvo en Turín para tocar delante de 90.000 personas en el estadio de fútbol, la fama de los Dire Straits había alcanzado la proporción de los Beatles.
Alan sonríe. Me aproveché un poco de que no me reconociesen. Me fui a dar un paseo por el estadio, y habías todos estos sitios donde vendían camisetas falsas, algunas de las cuales eran absolutamente horribles. Algunos habían intentado hacer un dibujo de Mark de una foto que estaba en una revista, y tenía entradas muy pronunciadas, grandes huecos entre los dientes, ojeras pronunciadas y una pequeña corona en la cabeza.
Bajo venía escrito “Sultans of Swim”. Obviamente tenían un pequeño problema con el idioma.
“De todos modos, salí por una de las entradas y cuando iba a mitad de camino hacia la otra, escuché esa voz de chica gritando: “Alan!” Y antes de que me hubiese dado cuenta, estaba rodeado de chicas adolescentes. Tuve que volver diciendo: “shhh, shhhh, no decir nada”, sino hubiese sido acosado”
El veredicto de Ed de toda la gira fue que restableció a los Dire Straits después de lo que pasó con el Communiqué. “La banda estaba incomparablemente mejor que antes, era un grupo con todas las de la ley. Me preguntaba como hubiésemos llegado a algún sitio tal y como era la banda al principio. Algunas personas sienten el paso del rockaboogie, pero tienes que moverte.
“Y ellos estaban muy feliz con si mismos, aunque Pick estaba obviamente menos feliz que el resto. Hal y Alan, desde su punto de vista, habían salido de la oscuridad y, siendo el precio que habían pagado muy bajo, encontraron la verdadera felicidad. Mark y John estaban como niños. Making Movies era lo más cercano a lo que Mark hubiese querido conseguir con un disco en aquellos momentos.
“Se había vuelto mucho más prominente. Ya no era en realidad el grupo democrático que una vez fue. Era una cosa muy sutil. El no iba de dictador; no era como tener a alguien haciendo arreglos todo el tiempo. Pero él tenía una idea muy clara de como quería que la canción fuese y sonase. Así que cuando terminaron la gira mundial en Luxemburgo, todo el mundo dio un suspiro. Pero era un tipo de suspiro sonriente”.
Un largo descanso era obvio y la banda volvió a sus respectivos hogares con sus respectivas familias. Mientras tanto, Ed escribió a una docena de productores ingleses británicos, envió una cinta del Making Movies, hizo que se fijasen en el éxito de Dire Straits y dijo que Mark estaba interesado en hacer una banda sonora.
“Tuvimos un par de intentos abortivos cuando quisimos hacerlo. Representantes de importantes estudios americanos desayunaron conmigo en el Ben Frank´s en Sunset Strip, y me sugirieron películas que Robert Redford produciría. Cuando preguntaba si Robert Redford sabía algo al respecto me contestaban: “Bueno, todavía no, pero lo sabrá”. Este tipo de cosas”.
Ed recivió tres respuestas de los productores británicos. Mark Shivas estaba haciendo una película sobre Maria Callas, la cual no era posible. Don Boyd nos ofreció “An unsuitable job for a woman” una película de misterio que se rechazó porque nadie podía descifrar el misterios. Pero la respuesta más prometedora venía de David Puttnam, que tenía el escrito de Hill Forsyth para Local Hero. Forsyth, cuya película Gregory´s Girl estaba a punto de convertirse en un éxito, dirigiría la película y Puttnam, también destinado a tener una película de éxito con Carros de Fuego, produciría la película.
Ed leyó el escrito, le gustó y se lo envió a Mark a Nueva York. Él le llamó: “Me parece genial. Cuéntame más al respecto”.
Ed dice: “nos involucramos antes de que tuviesen a los actores. Le doy a Puttnma todos los créditos por el hecho de que nos dio una oportunidad. Mark nunca había hecho una banda sonora. Resultó ser que el hijo de David Puttnam era un fan loco de Dire Straits y David estaba loco por como sonaba la guitarra en Tunnel of Love. El pensó que si Mark podía recapturar el efecto emocional de ello, entonces, sería la persona perfecta para lo que Hill quería crear en su película”.
Inevitablemente, la película se pospuso, con lo que en Enero de 1982 Mark juntó de nuevo a la banda. Reservaron en el Wood Wharf para ensayar para un nuevo album. Había sido un periodo de escribir canciones muy prolífico. “Telegraph Road” ya había aparecido en los conciertos a partir de Australia, pero había veinte canciones más. Mark quería hacer un album doble ante el horror de Ed.
“Es genial poder trabajar con música y no con trozos de coches, pero también tienes que tener una perspectiva comercial algunas veces. Un álbum doble hubiese sido muy difícil. Hubiese tenido muchos problemas con la compañía de discos y el precio hubiese creado un problema a la hora de vender”.
Las razones económicas prevalecieron y “Love Over Gold” fue un album solo. La banda voló a Nueva York el 1 de Marzo y grabó siete canciones, dos de las cuales, “The Way it always starts” y “Private Dancer” no se utilizaron. (“The way it always starts” fue regrabada por Gerry Rafferty para la película “Local Hero”). Otra nueva canción, “Posters, Badges, Stickers and T-shirts, un irónico comentario sobre el merchandising, se convirtió en la cara B del single de “Private Investigations”. Mark se sentía muy seguro consigo mismo para producir el album con la ayuda de Neil Dorfsman.
Love over Gold, se convirtió en otro paso hacia delante. Sólo cinco canciones, cada una de por lo menos seis minutos, y encabezando el “Telegraph Road” con más de 14 minutos. Ahora, la mezcla de experiencias personales y temas amplios se han plegado de tal forma que ya no era posible señalar un incidente actual sobre de que iban las canciones. El carácter de “yo” era los dos, un participante y un observador. Musicalmente, el rango de canciones desde la construcción épica del “Telegraph Road”, cambia de forma y de estilo alcanzando la canción un climax hasta la alegría de “Industrial Disease” , en realidad, el hombre extraño sacado en un album que es sombrío y serio y rico en invención melódica.
“Telegraph Road” fue inspirada originalmente por una calle actual en Detroit que la banda visitó durante su segundo desastroso tour en los Estados Unidos. Mark explica: “La canción es simplemente una combinación de circunstancias. Estaba sentado allí en el autobús, y esa carretera parecía no tener fin. La industria del motor no iba nada bien por aquel entonces. Estaba leyendo “Growth of the soil”, y la canción fue una combinación del libro y del lugar donde estaba en ese momento.
“Es un poco como un trozo de película, sobre querer un mundo mejor. Hay tomas largas, y hablaríamos sobre la sección del medio instrumental como esa sección de la película, porque es como si sintieras que la cámara se alejaría y entonces tendríamos una vista de las cosas como eran y como son ahora. Es como una película, con su propia gente y pequeños trenes y camiones, un lago y campos y edificios. No le tengo mucho cariño a esta canción, pero ahí está. Simplemente salió”.
La melancólica atmósfera de “Private Investigations”, como sacada de una película de Hollywood de los cuarenta o los cincuenta, se desarrolló a raiz de la forma en que la banda tocaba “News” en directo, con la batería acentuada al ritmo de pulso.
“Creo que “Private Investigations” es en parte sobre escribir canciones. Saltó la chispa por algo que leí sobre Philip Marlowe. Básicamente, él está en la parte correcta, pero, generalmente hablando en contra de ello e intentando hacer algo positivo en un ambiente extremadamente amargo. El mundo de Chandler era Los Angeles, que siempre fue en parte poco prometedor.
“La canción es entretenida. Escuchas diferentes interpretaciones de ella, pero para mi es deliberadamente una película. Una banda sonora pequeña, en realidad. No creo que sea nada del otro mundo. Es sólo lo que había allí. No intenta mistificar a la gente.
“Tenía esta melodía de una película al estilo italiano. Estaba tocando guitarras acústicas porque no estaba trabajando con la bada en esos momentos. Y tenía una banda sonora próximamente, con lo que estaba haciendo ese tipo de cosas. Tenía esta otra pieza instrumental y ambas estaban en la misma llave. Simplemente pegaban juntas”.
Mark mantiene que “It never rains” es sola y no tiene nada que ver con nada más, pero junto con Romeo & Juliet” y “Love over gold” parece formar una trilogía sobre el mismo romance. En “Romeo & Juliet” el hombre es un incurable romántico, con el corazón roto porque su Juliet lo ha abandonado por otro. “It never rains” se refiere a “tu nuevo Romeo” y es bastante claro que se habla de una chica músico, para la cual, ahora que ha caído en tiempos difíciles, no hay compasión: “Nunca te importó a quien recoges/ O a quien dejas tirado sangrando en el suelo/ Jodías a la gente en la subida / Porque pensabas que nunca caerías”. Con “Love over Gold” hay una aceptación de la realidad de lo que ha pasado.

El album se completó a principios de Junio, por los tiempos en que “Local Hero” empezaba a rodarse. La trama de la película es bastante simple: una gigante corporación petrolífera americana planea construir un refinería en un remoto y pequeño pueblecito de pescadores en Escocia. Un joven ejecutivo es enviado allí desde Texas, junto con el representante de la compañía en Escocia, e intentan comprar la tierra.
Los dos hombres se ven arrastrados a la vida poco complicada que se tiene allí. Mientras tanto, los habitantes del pueblecito están muy excitados con la idea de hacer fortuna y poder retirarse. Entonces, en el último minuto, la oposición aparece del lugar más insospechado, y el presidente de la compañía petrolífera, Burt Lancaster en la película, llega para aclarar las cosas –con sorprendentes resultados.
Es una película suave sin hombre malos, sólo gente normal con sus debilidades normales. Para Mark, representó un desafío. El tema principal, que flota durante toda la película, es una preciosa pieza de guitarra con un dulce fondo de teclados.
Mark incluso juntó una banda celta para una de las secuencias cuando visitó Escocia en Junio. Ed Bicknell estaba en la batería (aunque a él no se le ve en la película), Alan Darby de Fashion en la guitarra, Alan Clark en el piano y unas cuantas personas del lugar con los instrumentos tradicionales. Toda la banda sonora se grabó en Nueva York entre Julio y Agosto.
Para Mark era una nueva y estimulante forma de trabajar: “La diferencia entre hacer una banda sonora y un album de los Straits es que lo estás haciendo para alguien más. No es una cosa personal para ti. Es bueno para ti porque es posible que te puedan decir: “bien, no nos gusta” y tienes que pensar otra vez. No es normal para nadie en la banda decir que no nos gusta algo.
“Creo que es un buen entrenamiento y me gustaría hacerlo otra vez. Pero todavía no estoy seguro de si puedo hacerlo o no. Creo que tienes que hacer unas cuantas antes de que le pilles el truco. Como un tonto empecé a hacer cosas demasiado pronto. Eso fue de tontos, básicamente.
“Me enviaron muy pronto videos de la película y yo, siendo como soy, empecé a hacer música basándome en esos videos, ignorando el que cortarían muchísimo de todos esos videos, que de hecho, lo hicieron. Bill Forsyth me dijo: “He decidido cortar cada escena”, con lo que me fui y tuve que hacer la mayoría de las cosas otra vez. Pero fue genial porque puedes meter todas las diferentes partes de ti y trocitos de música que ya habías escogido e intentar unirlo. Tienes que utilizar muchísimo tu imaginación. Y a veces, tienes que buscar muy hondo”.
La película salió en Marzo de 1983, con muchas críticas favorables. Un single “Going Home” se sacó al mismo tiempo, y la banda sonora apareció en Abril. Como estas cosas son siempre, está insatisfactoriamente divorciada de las imágenes de la pantalla, pero aún así es una colección impresionante de temas suaves de belleza delicada con la guitarra de Mark y el teclado de Alan como instrumentos principales.
En comparación con los discos de la banda, la música aquí es muy simple, floreciendo cuando otros instrumentos se añaden como Mike Brecker en el saxo en “Going Home” y la voz de Gerry Rafferty en “The way it always starts”, el único tema no instrumental. Dire Straits aparecen en solo un tema, “Freeway Flyer”. Una vez que has visto la película, de cualquier modo, la música se convierte en algo integral, matizando en las imágenes.
Desde Marzo hasta Septiembre de 1982 Mark pasó la mayoría de su tiempo en los estudios, grabando “Love Over Gold” y “Local Hero”, compaginando con sesiones para otros artistas como Stevie Nicks, Van Morrison, Phil Everly, the McGarrigle Sisters. En ese periodo, Dire Straits perdió a otro de los miembros fundadores: el batería Pick Withers.
Ed dice: “En realidad, no sabemos por qué se fue Pick. Creo que fue una combinación de razones. Había estado viajando mucho tiempo que ya no estaba satisfecho con esto; no con el hecho de tocar, si no con el hecho de pasar tanto tiempo fuera de casa. Durante la grabación de “Love over Gold”, Pick concibió en su mente determinadas cosas que no creo que tuviesen mucho fundamento en realidad –por ejemplo, que la batería ya no jugaba un papel importante en Dire Straits. Otro comentario que me hizo fue que “si no puedo tocar la batería con Weather Report, me voy a retirar”. Pick completó su trabajo en el disco y dejó la banda el 23 de Junio.
Mark dice: “Está en Gales, con su bebé y su mujer y quiere aprender el piano. Dijo que no era feliz con la batería. Las giras son difíciles. Si hubiésemos tenido 18 años cuando empezó el primer album volviéndonos locos por todo el mundo, tendríamos mucha suerte de estar vivos ahora. Creo que es solo el hecho de que tuvimos algo de cordura con lo que conseguimos cruzar esto siguiendo más o menos intactos”.
John está de acuerdo: “Una de las cosas más importantes para recordar es que cuando la banda empezó a ser famosa, ni Pick ni David lo llevaban bien. Hay personas que pueden. Lo toman tal y como viene, se divierten y disfrutan de todo. Pero David nunca estaba feliz con esto, aunque le encantaría hacerse famoso como cantautor. Pick era igual. Es algo que sale contigo –prefieres pasar desapercibido, casi, que estar en lo más alto.
“Mark y yo disfrutamos realmente de ser famosos –y no estoy hablando sobre el dinero, estoy hablando sobre la idea del éxito. Y si no puedes vivir con ello, entonces tienes que dejarlo y eso fue lo que David y Pick hicieron. Mary y yo hemos terminado siendo los únicos miembros del grupo original, y no creo que eso sea coincidencia”.
Se encontró un sustituto de Pick, Terry Williams, el cual, como su predecesor, es un batería con experiencia metido en el rock´n roll.
El es el hijo de un músico y nació en Enero de 1948 en Swansea. Empezó a tocar con un grupo en el colegio y cuando tuvo 15 años, su padre le compró un batería. Terry se unió a un grupo local, the Commancheros, haciendo las inevitables versiones de los Shadows hasta que una cantante se les unió y el repertorio se expandió hasta incluir material de rock y blues.
En 1966 se hizo profesional con un grupo local, the Jets, que también tocaban Martin Ace y Deke Leonard. “Fuimos a Hamburgo durante una temporada en el Top Ten Club. Ahí fue donde empecé a hacer jams, porque tocábamos durante horas… desde las siete de la noche hasta las siete de la mañana”.
Cuando volvió al Reino Unido, the Jets se separaron, pero Terry volvió a Alemania durante cuatro meses con the Bobcats, también con Martin Ace. Esta banda se convirtió después en the Dream, una banda de clubs que tocaba por todo el Reino Unido desde 1967 hasta 1969. entonces siguió un periodo con la banda de Dave Edmunds, Love Sculpture, que tenía un single de éxito con una versión frenética de “Sabre Dance”, que lo llevó a una gira por América.
Cuando volvió de los Estados Unidos, Terry se juntó a Man, que se reunió con Martin Ace y Deke Leonard. El grupo, muy influenciado por el rock de la costa oeste americana, grabó varios discos y singles y se convirtió en una de las bandas británicas de clubs más populares durante el principio de los setenta, pero nunca llegaron a alcanzar la liga de los más grandes.
Cuando a Man finalmente le llegó el día, Terry volvió a encontrarse con Dave Edmunds en Rockpile, junto con Nick Lowe y Billy Bremner, la banda británica de buen rock y dura vida de finales de los setenta y principios de los ochenta, balanceándose con la combinación del talento formidable de Lowe para escribir de forma simple y la habilidad de Edmunds de convertir cualquier cosa en rock´n roll bailable. Pero aquella banda, también se separó, y Terry volvió a hacer sesiones y trabajo con contrato, después con Meat Loaf.
Alan dice: “Terry ha conseguido una diferencia tremenda. Obviamente es un batería muy diferente a Pick, por eso va a hacer una diferencia muy notable en la dirección de la banda. Es una cuestión de interpretación. Terry es un batería totalmente individual, por eso no quiere copiar a Pick”.
El también ha llegado en un momento crucial. “Private Investigations” salió antes que el album y se convirtió en el single más famoso de la banda en Inglaterra.
En parte para apaliar las críticas de que el album era demasiado melancólico, Mark decidió cambiar el humor para el siguiente single y volvió a la linea de rock´n roll del principio con “Twisting by the pool”. La banda reservó en los Estudios Jam en el norte de Londres y en tres días en Octubre, completó un LP de tres canciones que recordaba a los días del viejo boggie del Hope & Anchor: “Twisting”, “Two young lovers” con el estilo de Chuck Berry y “If I had you” una balada con beat. En Febrero de 1983 llegó a ser otro éxito del Top Ten.
El 30 de Noviembre de 1982, la banda empezó su gira mundial en Guildford. Se cortó a principios de la primavera para permitirle a Mark volar a Nueva York para coproducir el nuevo album de Bob Dylan, Infidels –una bienvenida al rock después del estilo más etéreo de los recientes trabajos religiosos de Dylan. Alan también fue, añadiendo su sonido distintivo del teclado al grupo de músicos renovados que habían en las sesiones.
Se había planeado para la gira de los Straits hacer también conciertos en Inglaterra. La oportunidad vino cuando fueron invitados a una gala real de beneficencia hecha por el Príncipe de Gales Trust en el Dominion Theatre, en Londres, ante el Príncipe Carlos y la Princesa Diana (una fan de los Dire Straits desde hacía mucho). También en la lista estaban Duran Duran, que tenían mucho éxito en aquellos momentos y que robaron toda la atención de los medios. Pero en el escenario, donde cuenta, los honores musicales fueron ganados sin duda por Dire Straits.
Las fechas finales vinieron unos días después, cuando la banda tocó dos noches en Londres, en el Hammersmith Odeon: fiestas de fin de la gira gloriosas que fueron grabadas para un posible disco en directo y también filmadas. El set fue virtualmente el mismo que cuando el tour empezó, pero los meses de tocar en vivo había hecho de cada canción un bramido, estridente, pero delicada y estilizada y sonando como un grito de gloria. Fueron recibidos con placer de delirio por audiencias llenas.
Cuando la banda llegaba a la canción final “Going Home”, Hank Marvin y Bruce Welch, héroes de un niño de Newcastle que hacía años pegaba la nariz en el escaparate de una tienda de guitarras ante la guitarra de los Shadows, salieron al escenario y ayudaron a Dire Straits a tocar esa despedida.
Para la banda, los siguientes mees significaron tiempo para calmarse, pero para un ex Dire Straits era el momento de empezar una nueva carrera en solitario. En Septiembre, David Knopfler sacó su nuevo single “Soul kissing”, seguido por un album “Release”.
David ha pasado tres años desde que dejó la banda escribiendo y produciendo material para el mismo y para otros. Consiguió un gran piano que resultó ser más fácil para trabajar que la guitarra, y formó su propia compañía, Paris Records. David lo está haciendo todo otra vez –aunque esta vez es con sus propias condiciones. Su album contiene muchos ecos de Dire Straits, y aunque es una mezcla de canciones y estilos, sigue su propia dirección. En “Soul Kissing” una canción transitoria que cubre el periodo desde que dejó la banda, John Illsley toca el bajo. Y en “Madonna´s Daughter” la cual David describe como su versión del “Expresso Love”, Mark contribuye en las líneas rítmicas. Una canción más, “Little Brother”, parece líricamente que es una referencia a los años de los Straits, pero David niega que tenga que ver con su hermano Mark.
Es un album memorable entretenido y comercial. Quien sabe, es posible que la gran rueda vuelva a girar para David otra vez.